Tengo que aceptarlo, soy adicto al celular, apenas tengo un rato libre y me distraigo en él, si estoy concentrado y llega una notificación, suelo interrumpir lo que esté haciendo para verificar de qué se trata, la verdad es que no suelo darme la oportunidad de aburrirme.
Es un problema moderno, estoy seguro ¿A casi todos nos pasa lo mismo? quizás solo quienes vivimos esta transición previo y después a la aparición del smartphone nos podemos dar cuenta, quienes ya nacieron con él, no se darán cuenta, pero antes la situación era diferente, antes nos teníamos que aburrir.
En realidad, aburrirse no es algo interesante, pero, creo que necesito darme la oportunidad, apenas tengo unos segundos y el aburrimiento se quiere hacer pendiente, abro el celular, y me distraigo, no me dejo llegar el aburrimiento, pero si no es algo bonito por qué quiero darme la oportunidad de aburrirme?
Creo que solía ser más creativo cuando me aburría, me tocó crecer esperando a mis papás, teniendo que leer revistas que nunca hubiera leído si tuviera un smartphone, sí, incluso revistas chafas de esas de chismes de televisión, de alguna manera, creo que ayudaron a ampliar mi criterio, tuve que inventarme juegos para entremeterme cuando no había nadie con quién jugar, tenía que dibujar e inventarme historietas, incluso me inventé historias sobre personajes y sobre mí mismo.
Definitivamente, no era divertido, definitivamente era incluso frustrante, pero de alguna manera, me gustaban más, los resultados del aburrimiento.
Necesito darme la oportunidad de aburrirme.
Chn.
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Chenbrimac
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