Hace algunos días en México, celebramos el día de los niños, es ya una tradición que las redes sociales se llenan de fotografías de sus usuarios siendo niños, yo tengo un par de fotografías que me encantan de ese periodo, sobre todo, hay una donde estoy vestido de Donatello (tortuga ninja), donde mi expresión de felicidad se me contagia cada que la vuelvo a ver.
Comencé a tomar fotografías aproximadamente en el 2005 hace casi 20 años, mi primera clase fue con una cámara análoga, (aunque ya tenía mi DSRL), el profesor quería que: 1. Aprendiéramos a captar imágenes sin ayuda digital, 2. Que entendiéramos que cada disparo cuenta, sí nos contaron esa historia de Kodak y del cómo perdió la batalla contra lo digital y todo eso, pero no quiero hablar de ello, quiero hablar del valor de la fotografía.
Mi madre, tenía nuestras fotos en álbumes, de los cuáles conseguí esa foto de la tortuga ninja, una de araña y otro par de cuando iba en el kínder bambi, ver las fotos impresas tomaba tiempo, cada página una sonrisa y un recuerdo por platicar, con la llegada de las cámaras digitales curiosamente no se perdió la costumbre de imprimir fotografías, uno tomaba fotografías y las imprimía para cuando quisiera verlas, pero las redes sociales, esas sí cambiaron el panorama.
Recuerdo que en Facebook había álbumes, y los llenábamos de fotos de cada salida, un día en la escuela un día en el antro, etc., etc., pronto, los álbumes dejaron de usarse, y subíamos al feed cada cierto tiempo una foto, luego vino Instagram, una aplicación mucho más visual, diseñada precisamente para subir fotografías, cuidábamos nuestro feed, intentábamos que cada foto subida ahí significase algo, intentábamos que tuviera esencia, hoy, hay cuentas (activas), sin una solo fotografía, a veces, sin un solo reel.
¿Ha perdido la fotografía su valor?
Creo que la velocidad a la que avanzamos parece que todo ha perdido valor, en la música simplemente, hace unos meses casi al terminar el año, Tití me preguntó sonaba por todos lados, después vino, la Rosalía: despechaá, Shakira, Grupo Frontera, luego en abril mi Instagram era: Peaches, peaches, peaches, peaches, peaches duró una semana, hoy escucho en todos lados: Ella Baila sola, mañana no sé pero estoy seguro que en un par de semanas ya no será la misma, estamos ávidos de contenido, nos sobresaturamos y queremos cambiar rápidamente a lo que sigue, por eso, nos llenamos de contenido fácil, los videos son con plantillas, los anuncios con stock, la música sin instrumentos.
No sé si en el futuro, nuestras memorias serán también hechas por inteligencia artificial, pero lo que sí estoy seguro, es que la fotografía, la música o el video, aún tiene valor, vale la pena intentar crear memorias, porque cuando veía un álbum de fotos con mis padres, lo importante no era en sí la foto, si no lo que me contó mi mamá sobre la foto, sobre quienes ahí aparecían, el valor de una foto, está en nosotros aunque afuera no se lo den, como en todo.
Chenbrimac
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