Siempre había creído que era bueno para tener ideas, por años, comentaba que mi único talento era ese, tener ideas, así, me tocó crear algunos nombres importantes en mi carrera, por inspiración dividina, sin embargo, todo cambió en el 2019 (o 2018, no lo recuerdo), cuando delegué la creación de nombre a algunos de mis compañeros, no fue hasta que tuvimos retrasos en diferentes proyecto ya sea porque no convencían al cliente o porque su registro resultaba complicado, así regresé al naming en medio de un proyecto con retraso y con la presión del cliente por cumplir los tiempos de lanzamiento.
Después de algunos meses buscando el nombre ideal mi cliente cayó un poco en desesperación, así en medio de una junta creativa, se decidió que todos nos avocaríamos a resolver el tema del nombre para la nueva marca, dentro de la primer semana tenía una lista de 3 nombres que me convencían, para la segunda esta lista aumentó a 5, finalmente, entregamos 10 propuestas de nombres, de las cuáles 7, al menos por mí, eran consideradas muy buenas, el cliente eligió 3 de ellas y las registró para diferentes proyectos todos relacionados al proyecto principal.
Ese proyecto marcó un cambio radical en mí, primero, antes de él solía odiar los proyectos de naming, (todavía, a veces, los odio un poco la verdad), días, semanas, meses esperando un rayo de inspiración, rayito que podía o no gustar al cliente, y si no gustaba, otra vez a esperar la inspiración, odiaba ese proceso, porque era algo que no podía controlar, me era fácil obtener nombres sí, pero no era algo mío, estaba fuera de mí, pero en dos semanas pude resolver el problema y con creces, registraron tres marcas ¡3 marcas! algo sucedía, tenía que analizarlo y tratar de controlarlo.
Así, utilicé un poco de ingeniería inversa ¿Qué pasos había seguido para lograr obtener esa inspiración divina que no tuvieron mis compañeros? ¿Existe algún proceso para ser creativos? ¿Se puede controlar la creatividad? yo creía que no, pero al parecer sí y deberías intentar conocer cuál es tu proceso creativo y documentarlo.
Creo firmemente que el nombre es la decisión de branding más importante a la que se enfrenta cualquier persona que va empezando con una marca, sin embargo, no se le da la importancia que requiere ¿Por qué pagar para que alguien busque el nombre adecuado para mi marca? todos hemos puesto un nombre, es algo sencillo, juntamos mis iniciales, las tuyas y listo, ya tenemos un nombre, todos hemos puesto nombres, pero no todos los nombres son buenos ¿Cómo saber cuando un nombre es bueno?
En mi experiencia, la única forma de saber que un nombre es bueno, es conociendo el contexto (y la experiencia de haber conocido muchos nombres), conociendo otras marcas que son competencia puedes saber si tu nombre es bueno; un mito común dice que los buenos nombres deben ser cortos, así cómo ese, existen otros mitos en torno a los nombres sin embargo, son eso mitos.
Entre más nombres referencia conoces, puedes saber cuáles son buenos y cuáles malos, por lo tanto, ese es el primer secreto para elegir un buen nombre, no te quedes con el primero que te guste, si tienes para elegir podrás elegir un mejor nombre.
Por desgracia, cuando uno inicia una empresa, inicia con poco presupuesto, no tiene el suficiente dinero para destinar a que se realice un buen nombre, y muchos optan por destinar el recurso para iniciar sus procesos de diseño, o otras cosas que parecen más importantes, en un futuro se puede cambiar el look and feel de tu marca, pero nunca podrás cambiar el nombre de tu marca sin iniciar desde cero.
Mi consejo entonces, es ese, dale la importancia que merece a tu nombre, ya sea que decidas utilizar un despacho especializado o prefieras ahcerlo tu mismo, no te quedes con el primer nombre que venga a tu mente, imagina, hasta donde quieres llegar y compáralo con tu industria.
Este es la primera entrada que escribo desde que fuimos seleccionados en los Premios Anuaria 2023, ¿Ya conoces nuestros premios ganadores? próximamente, podrás encontrarlo también en nuestros casos de éxito.