No sé cómo explicarlo, pero en México todos los cafés son (o aspiran a ser) una especie de starbucks, entrar a un café Punta del cielo, o a un Cielito Querido café, o a diferentes cafeterías en México es exactamente igual que entrar a un starbucks, a veces el concepto, tiene otro color o es ejecutado de manera mediocre, pero no dejan de ser un starbucks.
La primera vez que tuve noción sobre Starbucks fue en el año 2008, no sé cuántos años antes de eso entró a México, pero a partir de ese año Starbucks empezó a crecer como un hongo, estaba presente en todos lados, es de suponer que pronto también, comenzó a aparecer como ejemplo en clases y diplomados de negocios, marketing, etc., de hecho, todos (o muchos), hemos visto memes relacionados a ello ¿Qué vende starbucks? a veces creo que fue tanto el uso de el caso de estudio como ejemplo de clases que al parecer en México lo entendimos como: si realmente quieres triunfar, sé cómo Starbucks.
Starbucks te ofrece un modelo de negocio bien establecido, un menú amplio (de hecho cada vez más amplio), con una oferta que gira en torno al café, todo pre-preparado de forma sencilla de manera que pueda ser entregado rápidamente con una calidad aceptable, ofrece espacios con wi-fi, conexión de luz y aire acondicionado o terraza con un estilo top-trendy estilo que se han empeñado otras marcas en imitar y tropicalizar los espacios a su marca, (es un decir imitar porque se lo han fusilado tal cuál), algunas de estas marcas lo han hecho de manera muy exitosa, por eso suena un poco descabellado el consejo: No seas un starbucks.
Soy aficionado al café, no me considero un experto ni estudioso sobre él, simplemente soy un aficionado, si un café me gusta trato tanto de recomendarlo como de volver, al decir verdad mi juicio también es un poco nublado, para mí la experiencia, la ambientación y la imagen proyectada son casi tan importantes como la bebida en sí, yo siempre compro americano o café negro, por lo que la calidad de la bebida difícilmente puede mejorar de un lugar top a otro, una buena materia prima (grano de buena calidad recién molido), y un proceso decente son suficientes para entregarte un buen producto, por eso me sorprendió tanto la experiencia del café en otro país (específicamente Corea), porque había pocos Starbucks y cuando digo pocos me refiero a que también había pocos imitadores.
Seúl es una ciudad devota al café, en las calles principales o en los barrios turísticos es posible encontrar un café frente a otro café que está al lado de otro café, visité tantas cafeterías como me fue posible y algo que me sorprendió es que casi odas tenían su concepto y ambientación únicos, tan cerca de starbucks en cuánto al servicio y oferta de productos, pero tan lejos en cuánto su esencia, si no es posible innovar más en la bebida que la innovación venga alrededor de ella.
Al parecer en las escuelas de negocios de Corea el consejo que les dan es: “No seas un starbucks” se puede innovar a partir de lo más básico sin necesidad de ser iguales.
Chenbrimac
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